Hace poco más de un mes, el 12 de Octubre, se celebraba el Día de la Fiesta Nacional en España. En otros paises como en Uruguay se denomina el Día de la Raza. En EEUU, en ciudades como Nueva York se celebra el Día de la Hispanidad, donde desfilan integrantes de toda la comunidad hispana allí presente y cualquiera que quiera celebrar el significado de ese día.
Ese día no solo se celebra la efeméride del Descubrimiento de América por Cristóbal Colón para la Corona de Castilla (así se denominaba el Reino de España por entonces), sino que se celebra el hermanamiento y los profundos lazos comunes que unen España con todas las naciones iberoamericanas pero muy especialmente con las hispano hablantes.
No voy a entrar a juzgar ahora los comportamientos de los conquistadores españoles, de los crímenes, de los saqueos, del oro y plata que se llevaron, etc, etc. Creo que la Historia debe mirarse con ojos diferentes a con los que hoy miramos las cosas. Por que si no lo hacemos así, debemos empezar a juzgar y revisar toda la Historia y a todos sus protagonistas empezando por todos los imperios de la Antigüedad.
Lo que si es cierto es que es un tema que dá mucho juego y se presta a hacer “relatos” de todo tipo. Y sobre todo permite a mucha gente vivir de ello, a pesar de que estiran, retuercen, cortan y pegan la Historia a su antojo y provecho sin tener remordimiento alguno en ello.
Uno de los personajes, ya todos os imagináis de quien se trata, que mejor vive a costa de la Conquista Española (y el anticapitalismo, y la antiglobalización) es, sin duda, Eduardo Galeano.
Poseo en mi modesta biblioteca varios libros de Galeano; entre dichos ejemplares poseo: “Las venas abiertas de América Latina” que ha sido el primero de todos que tuve, “El libro de los abrazos”, “Ser como ellos y otros artículos”, “Patas arriba. La escuela del mundo al revés”, “Relatos breves”.
Aunque reconozco que en dichos libros hay partes y detalles muy ciertos y sin duda desgarradores, también es cierto que Galeano utiliza la historia de forma torticera para hacer demagogia. Y esto se fundamenta, en el hecho de que a Galeano le gusta escribir sus historias contando la Historia a la mitad o desde su punto de vista, totalmente subjetivo. La historia no puede ser vista y tratada de forma maniqueísta.
Esto sin duda que sería perdonable, si lo que intenta Galeano es relatarnos historias o cuentos, utilizando la Historia como medio para obtener personajes o situaciones, y después incluirlos en sus obras de “ciencia ficción”.
Galeano dice en “Ser como ellos y otros artículos”:
“Un cazador de voces.
Yo, blanco y macho pero no militar ni rico, escribí Memoria del Fuego contra la amnesia de las cosas que vale la pena recordar.
No soy historiador. Soy escritor, que se siente desafiado por el enigma y la mentira,…….”
(Apuntes sobre la memoria y sobre el fuego)
Si Eduardo Galeano no se considera así mismo un historiador, que verdaderamente no lo es, ¿por que se empeña en reescribir la Historia?.
El otro día recibí un correo electrónico de un buen amigo uruguayo, que a buen seguro que le daría unas cuantas lecciones de Historia y de cultura general a Galeano, donde me adjuntaba un articulo (más bien una de las historietas de ficción) de Galeano en la tapa de Brecha (12 Octubre de 2005 creo que era).
Se titulaba así:
¿Cristóbal Colón descubrió América en 1492? ¿O antes que él, la descubrieron los vikingos? ¿Y antes que los vikingos? Los que vivían allí, ¿No existían?
La verdad es que tengo que agradecer que he estudiado bastante historia a lo largo de mi formación académica y leído bastantes libros de distintos historiadores, por que si no, ante lo conmovedor de dicho relato en ese mismo instante después de haberlo leído hubiera renegado de mis antepasados, y me avergonzaría de la sangre que corre por mis venas.
Como dije anteriormente no voy a entrar a juzgar los abusos de los conquistadores españoles, que sin duda los hubo. No voy a juzgar tampoco que se quiso imponer la religión católica, y además desde un prisma fundamentalista como lo era en aquella época. No voy a juzgar, que en la búsqueda de riquezas se acabó con civilizaciones que cuanto más las conocemos, más nos maravillamos de ellas.
Pero quienes acabaron con los indígenas, por ejemplo en Uruguay, ¿no fueron los caudillos uruguayos ya emancipados del Imperio Español?.
Pero el señor Galeano se olvida, u omite, que con los conquistadores “insaciables y crueles”, además de la Inquisición, también estuvo en la América conquistada, personas como Fray Bartolomé de las Casas que gracias a sus obras como “Brevísima relación de la destrucción de las Indias” y “ Los dieciséis remedios para la reformación de las Indias”, la corona española promulgó el 20 de noviembre de 1542 las Leyes Nuevas en las que se prohibía la esclavitud de los indios, que quedaran libres de los encomenderos y fueran puestos bajo la directa protección de la Corona.
Además se disponía que en toda exploración sobre tierra desconocida (por la civilización occidental claro está, no por los indios que a buen seguro que la conocerían), debían participar siempre dos religiosos que habrían de vigilar que los contactos con los indios se llevaran a cabo de forma pacifica.
Galeano también se olvida de las misiones jesuíticas (orden de origen español y que llegaron con los españoles), aunque no debería por que en la historia del Uruguay forman un capitulo importante, que llevaron a cabo una conquista totalmente espiritual y pacifica. Una labor, por tanto en conflicto con las encomiendas o la sociedad colonial.
Estas misiones fueron un ejemplo de convivencia entre dos mundos, los religiosos europeos y los indios, donde el guaraní fue la lengua utilizada para la enseñanza y la doctrina católica. Podemos decir, que quizás haya sido el tipo de sociedad más justa e igualitaria que haya existido desde que existe la Historia. Y para ello no hay que remitirse a dictaduras caribeñas, señor Galeano.
Y que decir de las civilizaciones indígenas que habitaban y dominaban la América precolombina. Si bien eran pueblos extremadamente avanzados en muchos ordenes, bien es cierto que en otros aspectos, sus actos eran terriblemente salvajes. Por que señor Galeano, si vamos a mirar la conquista con una mirada progresista propia del siglo XX y XXI, entonces convendrá que habrá que mirar lo bueno y lo malo de los dos mundos, no solo el de los conquistadores. O que me dice de los cerca de 20.000 sacrificios humanos al año que se mandaban los aztecas a su dios del sol. O por poner otro ejemplo, que decir de los restos que se han encontrado en algunas cumbres de los Andes de niñas y jóvenes incas que se habían abandonado en “huacas” como sacrificio a los dioses.
¿Va a negar el señor Galeano que los indios guaraníes eran antropófagos aunque fuera solo para los rituales?
Pero en el artículo anteriormente mencionado del Señor Galeano en Brecha, no solo se hacen comentarios torticeros de la conquista americana por los españoles. También hace comentarios a la discriminación racial en América, utilizando como ejemplo a los Estados Unidos en la década de los 40.
Y digo yo, señor Galeano, ¿no hay discriminación aún ahora en su progresista Uruguay?? ¿Cuántas personas de raza negra tienen papeles relevantes en la sociedad uruguaya, ahora con “su gobierno” progresista del EP-FA, exceptuando en el fútbol y en el carnaval? ¿Cuál sigue siendo la situación de la población de raza negra en países con gobiernos “afines” como Argentina o Brasil?
Pero lo que verdaderamente clama al cielo, son los comentarios de que los indios debían haber pedido visa, certificado de buena conducta y permiso de trabajo a Colón, Hernán Cortes, Alvarado, a Pizarro o a los peregrinos del Mayflower.
Señor Galeano, usted ya no sabe que hacer para que le lean o para que le den un titulo Honoris Causa en alguna universidad. Esos argumentos son mezquinos y usted lo sabe. ¿O es que el gobierno uruguayo nunca pidió permiso de trabajo a emigrantes europeos en el S XX? ¿Puede usted poner la mano sobre el fuego y afirmar que su país NUNCA pidió permisos de trabajo para poder establecerse en territorio uruguayo?. Yo le invito a que se acerque a algunos de los centros de emigrantes españoles e italianos a preguntar a los ancianos que allí se reúnen. Verá como se sorprende…….
Uno al leer al Señor Galeano se sorprende, por que no sabe si lo que escribe se lo cree realmente o solo lo dice para ganar dinero y notoriedad. Si fuese lo segundo sería comprensible y no dejaría de ser un charlatán más. Ahora si lo que escribe es por que realmente lo cree y está realmente convencido, sería motivo más que suficiente para sentir asco y rechazo hacia su persona.
No hay explicación para que una persona que en la época más lúgubre y triste del Uruguay, se exilie en el país que más ha criticado y denigrado su Historia. El señor Galeano desconoce un dicho que dice que “es de bien nacidos, el ser agradecidos”. No voy a valorar la valentía del señor Galeano, no le deseo a nadie las circunstancias que probablemente ha tenido que pasar, pero debería tener más respeto y agradecimiento a un país, como España, que le cobijó y le protegió.
Pero personalmente pienso que una persona que tanto reinvidica y pretende reescribir la Historia injusta de la conquista y la época colonial, debería haber luchado en el propio terreno por la Historia de su propio país durante la dictadura militar, aún con riesgo de pasar parte de su vida en la cárcel o con riesgo de su propia vida como hicieron otros.
Pero suele ocurrir, que los cobardes son los primeros en sacar el pecho para las medallas y ser adalides de la democracia.
